lunes, 25 de febrero de 2008

Temperatura corporal

Es el balance entre el calor producido por el cuerpo y el calor perdido. En los humanos la temperatura del interior del organismo se mantiene constante a pesar de los cambios que haya en el exterior. Para que el organismo funcione coreectamente, la temperatura debe estar dentro de los límites estrechos. Hay dos tipos de temperatura corporal:
  • La temperatura interna.
  • La temperatura superficial o externa.

La temperatura interna es la temperatura de los tejidos profundos del cuerpo (órganos internos). Esta temperatura es de 37,0º C de manera constante. Sin embargo la temperatura externa del cuerpo varía entre las personas, y se ve afectada por el ejercicio, por dormir, por comer y por la hora del día que sea (nuestra temperatura es mínima a las tres de la madrugada, y es máxima a las seis de la tarde). La temperatura externa o superficial, por tanto, se ve alterada por agentes externos.

La temperatura corporal se mantiene por el hipotálamo, que constantemente revisa la temperatura de la sangre y activa los mecanismos para compensar los posibles cambios que haya. Cuando la temperatura de la superficie corporal disminuye, el hipotálamo envía impulsos nerviosos a la piel para producir una contracción muscular (piel de gallina), que genera debido a la actividad de los musculos. Además, también manda un impulso nervioso para que se contraigan los vasos sanguíneos de la piel, restringiendo así el paso de sangre por la piel, evitando que se pierda calor. Cuando la temperatura de la superficie aumenta, el hipotálamo, estimula las glándulas sudoríparas de la piel para que produzcan sudor. Además, se dilatan los vasos sanguíneos de la piel y aumentan las pérdidas de calor. En el interior del organismo se genera calor a través del metabolismo. Los carbohidratos, las grasas y las proteínas son utilizadas para sintetizar grandes cantidades de adenosintrifosfato (ATP), que se utiliza como fuente de energía ("comestible") para las células del cuerpo. Aproximadamente el 50% de la energía que se saca a partir de los alimentos que comemos se tranforma en calor y en ATP. Cuando la cantidad de calor producido es igual al que se pierde, la persona está en equilibrio.




La capacidad del organismo para controlar la producción de calor depende de varios factores:

  1. Intensidad del metabolismo basal : Es la mínima energía utilizada para mantener las funciones del organismo, incluída la temperatura corporal, la circulación de la sangre, el latido del corazón y la respiración. La intensidad del metabolismo de una persona varía con la edad y con el sexo. Después de dos años, la intensidad del metabolismo de una persona del sexo femenino es 5 - 10 % menor que un varón de la misma edad y estatura. La intensidad del metabolismo disminuye con la edad , sobre todo a partir de los veinte años.
  2. Actividad de los músculos: en una persona puede aumentar de intensidad de su metabolismo. Si una persona realiza trabajos duros o ejercicios puede aumentar su producción de calor al menos en cinco veces. Por eso la temperatura es más alta por la tarde, después de un día activo, que por la mañana, después de haber estado toda la noche descansando.
  3. Producción de Tiroxina: La tiroxina es una hormona producida por la glándula toroides. Es una hormona que controla el metabolismo del cuerpo porque estimula el metabolismo celular y aumenta el consumo de óxigeno. Este efecto se llama termogénesis química.
  4. Hormonas adrenales: Las hormonas adrenalina y noradrenalina aumentan la tasa del metabolismo celular de los tejidos del cuerpo. Ambas hormonas se producen en las glándulas adrenales, situadas en los riñones. Las hormonas son secretadas al torrente sanguíneo cuando la persona está estresada. Estas hormonas son esenciales en el organismo para el metabolismo de las grasas, los carbohidratos, las proteínas, el sodio y el potasio, y para el mantenimiento de la fuerza del cuerpo.
  5. Aumento de temperatura de las células del cuerpo (pirexia): La pirexia conocida como fiebre, aumenta el metabolismo celular. Es uno de los mecanismos de defensa del organismo contra las infecciones bacterianas y virales. Al revés de lo que cree la gente, la fiebre no es peligrosa. Una fiebre alta no siempre quiere decir que haya una enfermedad grave. La temperatura del organismo cuando se está enfermo puede variar desde los 36º C hasta los 43º C. Los niños toleran mejor la fiebre alta que los adultos. Sin embargo, los niños suelen alcanzar altas temperaturas cuando están enfermos, y en el 3% de los casos tienen convulsiones. Apesar de que la mayoría de las veces no entraña paligro, es importante consultar coon el pediatra si hay fiebre muy alta o hay convulsiones. Hay peligro cuando la temperatura interna supera los 41º C. Las reacciones químicas aumentan hasta un 120% por cada 10ºC de aumento de temperatura.

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