domingo, 25 de noviembre de 2007

REPRODUCCIÓN

La reproducción es el proceso que nos permite perpetuarnos, dando origen a otros individuos semejantes a nosotros. Por lo tanto, es una función básica y primordial para la vida y la mantención de la especie humana, a la vez que constituye para nosotros, como individuos, una forma de trascendencia, a través de los hijos.


“Todo ser vivo nace de otro semejante a él”. Esta generalización que nos resulta tan evidente, ha sido motivo de controversia hasta que Pasteur, luego de años de trabajo, en 1864, en una conferencia en la Sorbona pronunció las siguientes palabras “Y, por lo tanto, caballeros podría señalar este líquido y decirles que he tomado una gota de agua de la inmensidad de la creación, y que la he tomado plena de los elementos apropiados para el desarrollo de organismos microscópicos. ¡Y espero, observó, preguntó! Rogándole que recomience para mi el hermoso espectáculo de la creación primera.

Pero es mudo porque lo he mantenido aislado de la única cosa que el hombre no sabe cómo producir: de los gérmenes que flotan en el aire, de la vida, porque la vida es un germen y un germen es vida.

La doctrina de la generación espontánea no se recuperará jamás del golpe mortal que le asestó este simple experimento” y continuó … “No se conoce mundo sin germenes, sin antecesores similares a ellos. Aquellos que lo afirman han sido engañados por ilusiones, por experimentos mal realizados, por errores que no percibieron o no supieron cómo evitar.”

Esta característica de autorreproducirse, es esencial para la organización de la vida y puede llevarse a cabo, en todos los casos presupone una división del ADN, una transferencia de la información hereditaria.











Las plantas ornamentales, suelen utilizarse con esos fines, por poseer flores. Estas son estructuras reproductivas (angiospermas), que nos muestran a través de sus formas y colores una inmensa variedad de adaptaciones para la propagación de las especies.

Reproducción interna

En los seres humanos la reproducción es sexual, por lo que los individuos que nacen como resultado del proceso reproductivo son diferentes a sus padres; en cambio, en la reproducción asexual se originan descendientes idénticos a su progenitor.

La reproducción humana se inicia con la fecundación interna y su éxito depende de la acción conjunta y coordinada de las hormonas del sistema endocrino, del sistema nervioso y del sistema reproductor.

Reproducción interna en los seres humanos

Hormonas y ciclos

La testosterona es la responsable del atractivo sexual, del vello corporal, de las erecciones, la libido sexual, y otras características sexuales secundarias de los varones. No obstante, el organismo de la mujer también produce testosterona, aunque en menor medida que en los hombres, ya que es la hormona responsable del deseo sexual.


Entre los 45 y 50 años, aproximadamente, ocurre el climaterio, etapa en que los niveles de estrógeno descienden, produciendo molestos trastornos en la mujer, como bochornos, cefalea, osteoporosis y resequedad vaginal, entre otros.


Para sobrellevar esta etapa suele utilizarse, por indicación médica, la terapia de sustitución hormonal, que consiste en el consumo diario de las hormonas femeninas.


Las gónadas son los órganos sexuales femeninos y masculinos, ambos producen gametos, el espermatozoide y el óvulo, respectivamente. 


Las gónadas masculinas están representadas por los testículos y las femeninas por los ovarios, ambas estructuras son verdaderas fábricas de gametos y hormonas sexuales.













A instantes de producirse la fecundación



Reproducción externa
















Otro ejemplo de reproducción asexuada 




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