La noción de glucemia hace
referencia a la presencia de glucosa en la sangre.
El término proviene del francés glycémie (propuesto
por el fisiólogo galo Claude Bernard), por lo que, en ocasiones, aparece
traducido como glicemia. Sin embargo, esta última
palabra no es aceptada por la Real Academia Española (RAE) .
La glucemia se define como el valor de los niveles de azúcar presentes en un litro
de sangre. La azúcar que se mide proviene de los alimentos que son
ingeridos por el propio organismo, particularmente los carbohidratos.
Este
nivel de azúcar o glucemia es nivelada por varias hormonas, pero sin duda la
principal es la insulina secretada por el páncreas. El azúcar es trascendental
para el desarrollo de las funciones del organismos, pues es una de las fuentes
energéticas más importantes. El cerebro y los glóbulos rojos, por ejemplo,
dependen totalmente de la glucemia para poder cumplir efectivamente sus roles
en el cuerpo.
Los médicos utilizan el término para referirse a la medida de concentración de la glucosa en el plasma sanguíneo.
Si la glucemia se encuentra por debajo de los parámetros normales, el individuo
sufre de hipoglucemia; en cambio, si los valores superan la
media, se trata de un caso de hiperglucemia.
La glucemia varía de
acuerdo a los alimentos que la persona haya
ingerido. El nivel normal de glucosa en sangre se encuentra entre 70 mg/dl y 100 mg/dl en
ayunas. La glucosa ingerida con las comidas es
metabolizada mediante el accionar de diversas hormonas, como la adrenalina, la insulina, el
glucagón, los esteroides y
los glucocorticoides.
La metabolización de la
glucosa es importante para la regulación de la homeostasis. Las fallas en el proceso pueden causar diversos problemas
de salud,
como la diabetes.
Esta enfermedad se
produce por una deficiencia de la insulina y causa hiperglucemia.
La diabetes es un síndrome
orgánico, multisistémico y crónico que puede dañar los ojos, los nervios, los
vasos sanguíneos y los riñones. Se estima que unos 200 millones de personas
sufren esta enfermedad que supone un trastorno de la glucemia y que debe ser
tratada con una dieta específica,
ejercicio físico y ciertos medicamentos determinados por el médico.
A
continuación, el proceso detallado de la digestión de los azúcares Luego de
haber ingerido alimentos:
1. una parte de la glucosa se convierte en
glucógeno, el que posteriormente es almacenado en el hígado y los músculos
esqueléticos.
2. El hígado decompone este glucógeno para
luego liberarlo a la sangre, en caso de que los niveles de azúcar bajen.
3. Si los niveles de azúcar son mayores a
los requeridos, se almacena en triglucéridos para posteriormente ocuparlos como
fuente energética.
4. Si los niveles de azúcar son menores a 30
miligramos por decilitros se considera una hipoglicemia, en donde por lo
general se comienza a experimentar sensaciones de fatiga e incapacidad física,
por el contrario, en el caso de que supere los 300 miligramos por decilitro se
estría hablando de una hiperglicemia, en donde el enfermo tiene síntomas de
confusión, pérdida de la conciencia la que incluso, en un caso extremo, podría
desembocar en la muerte.
La
insulina, como se mencionó anteriormente es la principal hormona reguladora de
los niveles de azúcar en la sangre. En el caso de que el páncreas (órgano
secretor de insulina) no produzca una cantidad suficiente de insulina para la
cantidad de azúcar presente en la sangre se estaría hablando de diabetes.
Esta
enfermedad, tiene como característica principal el déficit en la producción de
insulina por parte del páncreas, y por ende, en una persona diabética, por lo
general sus niveles de glicemia en la sangre en ayunas superan los 126
miligramos por decilitro. Este exceso de glucosa circulando por la sangre
produce desórdenes en todo sentido, y por ende las células no pueden utilizarla
de una manera adecuada. En esta enfermedad existen distintos niveles de
gravedad, y asimismo varía el tratamiento. El tratamiento no consigue cura,
sólo mantenerla estable. Sin embargo si el enfermo no trata su diabetes, las
complicaciones serían muy serias, como por ejemplo, ceguera, infarto, pérdida
de la sensibilidad, alteraciones neurológicas, entre otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Bienvenidos!